Qué es el evangelio?
Evangelio proviene de una palabra griega que literalmente significa buenas noticias. Proclamamos las buenas nuevas de Jesucristo. ¿Pero cuál es esta buena noticia?
1. El Amor de Dios
Dios ama a cada persona incondicionalmente. Este amor es tan grande que envió a su único Hijo, Jesucristo, para mostrarnos el camino hacia Él y que los que creen en su nombre sean salvos. Juan 3.16
Dios creó el mundo y todo lo que hay en él, incluida la humanidad. Sin embargo, el ser humano se ha alejado de Dios, desobedeciendo Sus leyes, lo que se llama pecado. Esta separación tiene consecuencias espirituales y morales. Génesis 1.1; Romanos 3.23
3. Jesucristo
Jesús es el Hijo de Dios. Vino a la tierra, vivió una vida perfecta y demostró amor, compasión y verdad. A través de su muerte en la cruz y su resurrección, Jesús ofrece un camino de reconciliación entre Dios y los hombres. 1 Corintios 15.3-4
4. Salvación
La salvación es el regalo gratuito de Dios para todos los que creen en Jesucristo. Al aceptar a Jesús como Salvador y experimentar el nuevo nacimiento, recibimos el perdón de nuestros pecados y la promesa de vida eterna con Dios. Efesios 2:8-9
5. La respuesta personal
Cada persona está invitada a responder al Evangelio poniendo su fe en Jesucristo. Esto implica reconocer sus propios pecados, pedir perdón a Dios y vivir según las enseñanzas de Jesús. Romanos 10,9; Hechos 2.38
6. Nueva vida
Al aceptar el evangelio, comenzamos una nueva vida en Jesucristo. Esto significa vivir en comunión con Dios a través de su Espíritu, amar a los demás y compartir esta buena nueva a nuestro alrededor. 2 Corintios 5.17
En resumen, hay una primera mala noticia, y es que todo ser humano que vive en esta tierra es considerado por Dios como pecador. De hecho, un solo pecado es suficiente para caer bajo la condenación y la ira de Dios.
La buena noticia para nosotros hoy es que Dios envió a su Hijo Jesucristo hace 2000 años. Dios ofrece la posibilidad de ser perdonados de nuestros pecados y reconciliados con Él mediante la muerte de Jesús en nuestro lugar. Dios mostró que este sacrificio fue aceptado desde que lo resucitó de entre los muertos.
Es por eso que Dios llama a todos, cualquiera que sea su condición, su nacionalidad, su religión:
Creer que Jesús es el único Hijo de Dios.
Arrepentirse de sus pecados.
Recibir la promesa de vida eterna en su nombre.
De hecho, la salvación es una gracia inmerecida que sólo se obtiene mediante la fe en Jesucristo.